Volver a la sección Noticias

La industria gráfica está en plena transformación y pone el foco en la innovación tecnológica, los cambios en los hábitos de consumo y la sostenibilidad. En la reciente edición de Graphispag, el consultor Jaume Casals ofreció un análisis del estado actual del sector, destacando los procesos, las perspectivas de crecimiento y las tendencias clave que moldearán el futuro del mercado de la impresión y la comunicación visual.

La industria gráfica sigue siendo diversa, con una amplia gama de productos y diferentes procesos que compiten en el mercado global. Entre ellos, el offset de hoja lidera el mercado con una cuota del 31%, mientras que otros sectores, como los periódicos, han reducido significativamente su relevancia, representando solo el 5%. Procesos como la serigrafía se mantienen presentes en nichos específicos, aunque están siendo desplazados por alternativas más modernas como la impresión digital.

En productos como las etiquetas y el packaging, tecnologías como la flexografía y el huecograbado tienen un papel destacado. Por su parte, la impresión digital, tanto en pequeño como en gran formato, continúa creciendo debido a su capacidad para ofrecer personalización y tiradas más cortas.

Tendencias y escenarios futuros

En los próximos 4-5 años se espera que la impresión digital continúe desplazando procesos de impresión tradicionales, especialmente en productos comerciales y en el segmento de las etiquetas.

  • Sostenibilidad: en el segmento del packaging, la transición hacia materiales más sostenibles, como los biodegradables y reciclables, estará cada vez más presente de forma transversal en todo el proceso de fabricación. Hay un creciente uso de materiales reciclables, especialmente papel, en los mercados desarrollados, aunque el plástico todavía predomina en regiones en desarrollo.
  • Innovación: los avances en tecnologías como el inkjet prometen mejoras en calidad y eficiencia. Este tipo de impresión está emergiendo como la tecnología dominante debido a sus mejoras en calidad, velocidad y capacidad para aplicaciones especiales, como tintas conductivas.
  • Diversificación: el crecimiento generalizado estará acompañado por una diversificación de productos y servicios gráficos que respondan a la creciente demanda de personalización y rapidez.
  • Automatización: la automatización y la eficiencia son también prioridades para las empresas gráficas que buscan mantenerse competitivas en un entorno global exigente.
  • Hábitos de consumo: el comportamiento del consumidor está cambiando radicalmente. Los clientes valoran cada vez más la sostenibilidad, exigiendo productos y procesos gráficos responsables con el medio ambiente. Además, buscan personalización, tiempos de entrega más rápidos y mayor transparencia en los procesos productivos.

Por otro lado, las relaciones cliente-empresa también están evolucionando. Modelos como el Web2Print están ganando popularidad para productos estándar, mientras que las empresas gráficas están rediseñando sus estrategias de ventas para enfocarse en el valor añadido, ayudando a sus clientes a alcanzar sus objetivos de marketing.

Retos y oportunidades

El futuro del sector gráfico no puede entenderse solo desde una perspectiva tradicional basada en la guerra de precios. Se deben replantear las estrategias comerciales y de producción para enfrentar los desafíos del mercado actual, centrándose en la necesidad de diversificar los enfoques hacia la creación de valor añadido y la innovación en los procesos productivos. En lugar de competir en precios, se hace imprescindible redefinir la propuesta de valor. La clave está en convertir el producto gráfico en una herramienta indispensable para el éxito de los clientes, especialmente en el área de marketing, donde se busca la creación de campañas efectivas y productos que generen más ventas, no simplemente una transacción de impresión. El reto aquí es personalizar los productos gráficos de manera que contribuyan directamente al éxito del cliente, más allá de ser una simple solución técnica.

En el ámbito de la producción, uno de los retos más significativos radica en la transición hacia tecnologías más eficientes, como la impresión Inkjet, que ha demostrado ventajas en velocidad y calidad, desplazando lentamente al offset, sobre todo en tiradas de alto volumen. Esta tecnología, además, abre nuevas posibilidades con tintas especializadas y efectos visuales innovadores, lo que permite a la industria ofrecer productos gráficos con un alto valor añadido. Sin embargo, la calidad sigue siendo un tema delicado, ya que muchas veces se percibe como una limitación. Para superarlo es necesario continuar con el desarrollo y especialización de equipos y procesos, de forma que los clientes puedan acceder a soluciones gráficas únicas, que combinen lo mejor de la tecnología y el diseño.

La inteligencia artificial (IA) se perfila como otra herramienta clave para el futuro de la industria gráfica. La IA no solo automatiza procesos, sino que también puede ayudar a la toma de decisiones estratégicas, especialmente en áreas como el diseño y la producción. Al integrar la inteligencia artificial en los procesos de trabajo, la industria puede optimizar la planificación, mejorar la calidad del producto y prever tendencias de mercado. El desafío será utilizar la IA no solo para mejorar la eficiencia operativa, sino también para adelantarse a las necesidades del mercado, ayudando a las empresas a mantenerse competitivas.

Un aspecto fundamental en la gestión de la industria gráfica es la recogida y el análisis de datos. Muchos procesos de la empresa se ven obstaculizados por la falta de un sistema adecuado para recoger, validar y analizar la información de manera eficaz. Y es que tener datos es importante, pero lo crucial es saber qué hacer con ellos. La integración de sistemas de información avanzados permitirá transformar datos dispersos en conocimiento útil para la toma de decisiones, lo que será esencial para la adaptación a las nuevas demandas del mercado. La dificultad está en que muchas empresas aún no logran convertir esos datos en acciones concretas. Los operarios se sienten desmotivados cuando los datos que recogen no se utilizan de manera efectiva para mejorar los procesos, lo que afecta a la calidad y productividad de las operaciones. El reto, aquí, no es solo la recolección, sino también la interpretación y la implementación de las decisiones estratégicas basadas en datos reales y confiables.

El futuro de la industria gráfica está marcado por la necesidad de adaptarse a un entorno cada vez más digitalizado e interconectado. Los desafíos pasan por reinventar la relación con los clientes, actualizar los procesos productivos, integrar los sistemas de gestión de datos que faciliten una toma de decisiones más informada y hacerlo con el foco puesto en la sostenibilidad. Solo a través de la especialización y la adaptación constante la industria gráfica podrá seguir evolucionando y encontrando nuevas oportunidades de crecimiento.

Cristina Benavides, colaboradora de Graphispag